jueves, 22 de mayo de 2014

10 tópicos femeninos que siempre se cumplen

Tras el decálogo masculino ahora os toca a vosotras: verdades y mentiras sobre el género femenino. Alea jacta est…

Hola, soy el mensajero de Jerjes. Ése que llega a Esparta a dar las noticias y le acaban tirando a un pozo de una patada. Veréis, el mensaje es el siguiente: sois raras. No digo raras mal, que no haya manera de entenderos o que estéis irremediablemente locas. Qué va, ya está la prensa masculina para eso. Tampoco creo que sea una cuestión de que lo que hagáis no tenga ningún sentido; seguro que existe una explicación ulterior a vuestro comportamiento, pero de ahí a que haya nacido el hombre (o la mujer, ojo) que alcance a entender por qué si habéis quedado a las 22:00 no os metéis en la ducha hasta las 22:30, hay un mundo y años de investigación en el mapa del ADN.

Si a algún médico se le ocurriera ponerse a estudiar por qué os ponéis a llorar después de un orgasmo a la vez que juráis que todo va bien, es probable que se le expulse del Colegio por intentar "romper la magia". Pero no me malinterpreteis, no estoy diciendo que todas vuestras rarezas sean negativas ni mucho menos. Hay características vuestras que podrían habernos sido muy útiles, en el ejército por ejemplo, cuando no os dejaban formar parte de él. Lo bien que hubiera venido en la guerra una sargento que consiguiera que los soldados se lanzaran a atacar el nido de ametralladoras enemigo a pecho descubierto "solo por no discutir". O el provecho que podría sacar el Vaticano de una Papa (¿o se diría Mama…?) al que todo el mundo hiciera caso si dijera "vosotros creeréis en lo que os dé la gana pero casaros, os casáis por la iglesia como Dios manda y no se hable más, ¡hombre ya!". No pienso ni mencionar a las médicos capaces de curar el síndrome de Creutzfeldt-Jakob con una sopa y mandar al paciente al colegio de una colleja.

Hace tiempo desvelamos aquí los topicazos masculinos que SÍ se cumplen y todo fueron risas. Ahora os toca a vosotras. Alea jacta est
Odiáis la mentira.
Mentiros es como echar agua a una sartén de aceite hirviendo. Cada vez que un tío intenta solucionar un problema mintiendo a su novia, Cupido se da una palmada en la frente y se mete a ver las ofertas de infojobs. Odiáis la mentira más que que os digan que os calméis. Eso sí, NADA es comparable a que después de que le pilléis mintiendo os pida que os calméis. Defcon 1...

Y la verdad.
Porque la verdad está bien cuando es de vuestra talla y el color os sienta bien. Lo único que podemos hacer los tíos es saber cuándo usarla y cuándo guardárnosla para nosotros mismos o hacer como si no hubiéramos oído nada. ¿Que si estás guapa? Siempre. ¿Te queda bien el vestido? (No lo podías haber preguntado ANTES de subiros al taxi, no…) MUCHO. ¿Que qué tal te queda el pelo así? Tengo otitis. Y así debe seguir un hombre hasta que sea otro incauto (jamás habrá una incauta, vosotras sabéis que eso no se dice… A LA CARA) el que pise la mina antipersona en la que se ha convertido vuestra última compra o cambio de look. Que no os guste la mentira no significa que seáis las fans número uno de la verdad. Os gusta la verdad cuando juega en vuestro equipo, sino podéis vivir un ratito más sin ella.

Supermemoria.
Ningún tío elegiría ese superpoder ni aunque se lo regalaran, pero vosotras… Es como si os hubiera picado un elefante radioactivo. Recordáis cosas que se dijeron hace 16 años y medio como si las estuvierais escuchando en el preciso instante de la discusión. Ni siquiera tenéis que cerrar muy fuerte los ojos para recordar, os sale solo. No tenéis ni que ir a buscarlo, es el recuerdo el que va a vosotras. Sois el Google Pro del trapito sucio. 
Yo creo que este poder es el que más adelante, cuando os convertís en madres, evoluciona al de saber dónde está absolutamente TODO, aunque no lo sepáis pronunciar.
"¿Mamá, dónde están mis Skylanders de la 3DS?"
"3 de éstas te ví a dar yo como tenga que ir ahí a decirte dónde está el Escalambrer ése, que lo tienes ahí mismo, debajo de los "liguin" negros que usa tu hermana para ir al gimnasio."
Madres… El trabajo más duro del mundo.

Le dais mil vueltas a todo.
No voy a sacar el comodín de que somos mucho más simples que vosotras, porque ya vale, pero es cierto que hay veces que reaccionáis de una manera un pelín desproporcionada. Exacto, tal y como habrá reaccionado alguna de vosotras al leer esto. En nuestra cabecita, por norma general, no es para tanto. Voy a poner unos ejemplos:

Ella - ¿Por qué no has saludado a tu amiguita ésa con la que nos hemos cruzado? 
Él - Porque estaba de espaldas y no la he visto.

Ella - Estás raro.
Él - No, me estaba durmiendo.

Ella - Te he comprado un regalo, pero no sé si te va a gustar. 
Él - ¿Para qué me lo has comprado entonces?
Ella - ¿¡ME ODIAS!?

Ella - Si esto es por lo que te dije la semana pasada, me parece que exageras. 
Él - No tengo ni la menor idea de a qué te refieres... (porque NO TENGO SUPERMEMORIA, pero ahora que lo dices, no me vendría mal ese dato por si lo puedo utilizar en tu contra ya que se avecina una discusión).

Ella - ¿Te pasa algo conmigo?
Él - Hola, me llamo Miguel, encantado.



Entre vosotras sois... Especialitas. 
Si me hubieran dado un euro cada vez que una chica me ha dicho "tengo más amigos que amigas", "yo es que me llevo mejor con los chicos" o "es que las tías con las tías somos un poco (espacio a rellenar por una palabra muy fea)" tendría para pagarme un abono de cada festival que hay este año. Por mi experiencia, cuando dos chicas se llevan bien, best friends forever; ahora, cuando se llevan mal es Fukushima. No solo no hay que acercarse a la zona afectada sino que quedará inhabitable durante 7 generaciones.

Siempre lo habláis todo. MUCHO.
Es curioso porque hay muchos problemas que se solucionarían antes con un piedra, papel o tijera o un Street Fighter II a 3 combates, pero casi nunca funciona con vosotras. Os gusta H-A-B-L-A-R las cosas. No digo hablar, sino H-A-B-L-A-R las cosas. Y cuando parece que por fin ya estamos los dos de acuerdo, nos hemos sentado a cenar y queda menos de la mitad de la botella de vino, soltáis algo como: "de verdad, no quiero que estemos todo el rato dándole vueltas a esto."
Gracias. Gracias por hacer EXACTAMENTE lo contrario a lo que querías y lo que necesitamos.
Lo que me lleva al siguiente punto…

Hacéis cosas que no queréis hacer.
Vais a pedir, tú y él, en un restaurante:
"Pide tú." "No, tú." "¿Segura?" "Sí, me da igual, pide lo que quieras."
Él pide al camarero. Te observa y sonríe mientras pide en alto para que éste le escuche. Le devuelves las sonrisa sin signos visibles de tener los oídos tapados. El camarero toma nota y se va.
Tú: "Odio los calamares."
¡PERO HABERLO DICHO ANTES! Si el camarero estaba aquí, entre los dos. Y hablaba perfecto castellano, que es el idioma de tus padres. ¿¡POR QUÉ NO LO HAS DICHO ANTES!?
Todo esto sin gritar, claro, porque no queremos ser unos capullos. Nadie cancela el pedido. Nadie cambia el plato. Nos comemos los calamares nosotros sin saber qué ha pasado.
No pasa nada.
Si discutís por algo significa que tiene solución. De hecho, como hemos visto dos pasos más atrás, ésa es vuestra manera de solucionarlo todo. En cuestión de minutos (u horas) se superará. Si por el contrario estáis "raras" y al preguntaros por qué, os calláis, es que hay algo que no pinta bien fermentando en esa cabecita. Defcon 2. No es una cuestión de lo grave que es, es el tiempo que vamos a tardar en averiguarlo. Es como intentar conseguir que un niño te devuelva una pelota, cuanto más te empeñes en quitársela más fuerte la cogerá y más se resistirá a jugar contigo.
Si tu novio leyera esto y te dijera que cumples todos los topicazos, uno tras otro, probablemente al acabar te preguntaría que qué te pasa.
¿Y tú qué le dirías...?

El baño y los botes que hay en él os pertenecen.
Es tu baño, él solo es un invitado. Por eso todo lo que éste contiene es tuyo. ¿El champú? Tuyo. ¿El gel? También. ¿Las cremas hidratantes? ¿De quién sino? Pero un momento, la maquinilla de afeitar no puede ser tuya. ¡Claro que sí! ¿Con qué te vas a depilar sino cuando necesites hacerlo con cuchilla? ¿Con una desechable? No, usas la Gillette Sensor que le regaló su padre, a 25€ la caja de recambios. Al fin y al cabo es un alquiler bastante barato para un baño que puede usar "casi" siempre que lo necesite.

El amor es lo primero.

Tengo que admitir que al no tener Tinder corro el riesgo de estar desactualizado, pero alguien me dijo que los hombres dan amor a cambio de sexo, y las mujeres dan sexo a cambio de amor. Puede ser una manera simplista de verlo, pero no creo que vaya muy desencaminada. Nosotros queremos tocar lo que vemos, vosotras queréis tocar lo que sentís. No con todos, por supuesto. Hay tíos para mirar, tíos para tocar, tíos para todo y tíos a los que no tocaríais ni con un palo, pero cuando le encontráis (o LA encontráis) dudáis menos y os entregáis fuerte. Ese amor puede que sea lo que haga que todo adquiera dimensiones cósmicas y a nosotros nos suene a mecánica cuántica.
Es brooooooooooma...

No hay comentarios:

Publicar un comentario