sábado, 1 de marzo de 2014

8 ERRORES QUE TE IMPIDEN AVANZAR EN LA VIDA

En general podemos decir que el avance de nuestra vida, en la dirección que desearíamos que tuviera, se verá obstaculizado por distintas creencias, miedos o hábitos muy arraigados. La doctora Susan Biali, de la Universidad de British Columbia, nos dice que no siempre es necesario hacer cambios radicales para lograr avances importantes. Es más importante adoptar nuevas actitudes, y nuevas formas de solución de problemas, que nos permitan obtener resultados distintos.





1. Esperar al momento “perfecto”
- Si esperamos a que los planetas estén alineados, que nuestros chacras estén abiertos y que la diosa fortuna esté de nuestro lado, quizá tengamos que esperar toda la vida.
- El miedo nos paraliza, pero recordemos que es en sí mismo una señal de alarma para hacernos tomar precaución, no necesariamente retroceder o cambiar el camino.
- Si sólo hacemos lo que no nos da miedo, lo que no representa riesgo, iremos a lo “seguro”, pero entonces no habrá crecimiento ni avance porque nunca nos atreveremos
¿Que hacer?
- Vuelve al miedo tu consejero, transfórmalo en un motor.
- El mejor momento puede ser ahora.
- Se valiente, empieza poco a poco, haz algo.
2. Creer que “ya sabes lo que va a pasar”
- “Rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros”
- Cuando te sientes el pronosticador de la fatalidad crees que conoces invariablemente el futuro y el resultado de las cosas.
- Si dejamos de lado la probabilidad y la estadística no hay manera de saber con certeza el resultado de la mayoría de las cosas, especialmente si tienen que ver con lo humano.
- Muchas veces este pensamiento conduce a la llamada “profecía autocumplida”.
- “Seguro en esta fiesta tampoco le caigo bien a nadie”
¿Qué hacer?
- No se trata de tener un optimismo irracional de “todo saldrá bien”, pero al menos tener una auténtica apertura a las posibilidades.
- Duda de tus certezas y pregúntate ¿y si esta vez no sucediera lo mismo, qué haría?.
- Quizá estés en una zona de confort y por eso no te atreves a pensar en un resultado distinto con el que no estás familiarizado.

3. Pensar que las cosas nunca van a cambiar
- Es caer en la resignación y, eventualmente, en el resentimiento.
- Es verdad que algunas cosas no las podemos cambiar, por ejemplo el pasado, y eso debemos aprender a aceptarlo como un hecho de la vida.
- Deposita tu ambición sobre lo que sí es posible cambiar y hazte cargo.
¿Qué hacer?
- No es que las cosas no van a cambiar, sino que hasta ahora no han cambiado.
- No es que no haya una forma de hacer que ciertas cosas cambien, es quizá que tú todavía no has encontrado esa forma.
- Un “no se puede” es más bien un “hay alternativas que no quiero tomar”.

4. Hacer caso a tu voz negativa interior
- Hay una voz interior encargada de recordarte todo lo que no puedes, debes, deberías o está muy mal hacer.
- Es una voz imperativa, autoritaria, astuta y que conoce tus puntos débiles.  Usa la culpa, el auto reproche y la vergüenza como armas principales.
- Es una voz que trata de prevenirte del sufrimiento, de que te arriesgues y metas la pata, aunque para ello deba paralizarte o hacerte sentir muy mal contigo mismo.
- A veces es un eco aprendido de voces del pasado; voces de tus padres, maestros, hermanos o figuras de autoridad.
¿Qué hacer?
- Óyela, pero no la escuches.  Escúchala, pero cuestiona lo que te dice... ¿es esto verdad? Quizá en el pasado, ¿pero hoy?
- Transforma sus afirmaciones en preguntas.

5. Hacer del dinero el centro de tu vida
- Es normal preocuparse en cierta medida por el dinero.
- Si lo tienes de no perderlo y si no, de cómo obtenerlo.
- Esto te paraliza porque te impide realizar tus sueños o al menos no iniciarlos hasta que tengas “un colchón” para tu proyecto y otro “por si te va mal”.
- Incluso pasas gran parte de tu vida ahorrando, acumulando o guardando para cuando sea “el momento” o para el “gran viaje” de tu vida.  Quizá mueras o envejezcas antes.
¿Qué hacer?
- La felicidad está constituida más por pequeños placeres cotidianos que por grandes logros o adquisiciones.
- Aprende a ver lo que si tienes para de ahí ambicionar más en vez de lo que no tienes para desear todo lo que te falta.  
- Practica la gratitud como actitud.

6. Escuchar o rodearte de pesimistas.
- Tus ideas o propósitos de cambio pueden despertar la envidia o los miedos de muchas personas.  Esto lo proyectan en ti.
- Recuerda que mucha gente siente un extraño placer en advertirte todo lo que puede salir mal y un placer “cuasi orgásmico” en decirte “te lo dije”.
- No se trata de no escuchar a los que de buena voluntad te advierten de ciertos riesgos, pero quien de verdad comparta tus sueños además se alegrará y te ayudará a pensar en soluciones ante lo que se vaya presentando.
¿Qué hacer?
- Ten cuidado a quién le cuentas tus sueños y planes.
- Especialmente si son nuevas ideas o involucran algún tipo de decisión importante o de riesgo.
- Valora las opiniones de los demás, pero no es lo mismo opinar que saber.
- Recuerda que quien empieza a hablar de cosas distintas, toma puntos de vista innovadores y se atreve a actuar distinto es de inmediato criticado y obstaculizado por aquellos que temen perder su status o son ciegamente dogmáticos con lo que un día aprendieron.
- Quien ataca tus ideas y sueños mediante el miedo te deja ver qué es lo que tiene más a la mano en su vida.
- Alégrate si alguien pretende matar tus sueños, significa que están vivos y que son suficientemente importantes para provocar miedo y envidia

7. Pensar que no necesitas de nada ni de nadie
- El resultado de lo que hacemos depende muchos factores y la intervención directa o indirecta de muchas personas.
- Muchas personas implícita o explícitamente sienten que, si no fuera por los demás, ellos y su grandeza podrían fluir.
- Se quejan de lo asqueroso del tráfico, de la gente lenta, de las malas organizaciones, de que el universo conspira contra su luz que todo lo ilumina.
- Lejos de ver oportunidades de aprender, aún de aquellos con los que están en desacuerdo, ven toda clase de conspiraciones.
- Son los que se dicen “yo me hice sólo” o “sólo he aprendido de los grandes”.  
- Son los que sólo encuentran inspiración en un gran pensador o filósofo y se olvidan del enorme aprendizaje que nos puede ofrecer el mirar a un gatito dormir.
- El problema es que no son capaces de pedir ayuda o reconocer que no pueden.
¿Qué hacer?
- Toma conciencia de la interdependencia de las cosas y de todos los seres.
- Tu responsabilidad es prepararte lo mejor que puedas, estar ahí y hacer lo que puedas.  El resto depende de la interacción con lo demás y los demás.
- Recuerda que hasta tus enemigos te pueden ayudar apuntando a tus debilidades para que puedas mejorar.
- Todos somos parte de un sistema y Nietzsche decía que somos más el resultado de nuestro sistema y menos nosotros mismos de lo que creemos.

8. Pensar que tienes que estar listo o ser perfecto para avanzar
- Cuántas cosas no te atreves o no disfrutas porque sientes que no “eres perfecto” o “muy bueno en eso”.
- Bailar, correr, escribir, cantar...
- Puede que estés muy lejos de la perfección en algo, pero si lo que haces es bueno para tí, te gusta y lejos de causar daño es de beneficio, eso vale la pena.
¿Qué hacer?
- Empieza y si te gusta e interesa, siempre hay oportunidad de mejorar.
- No dejes que la búsqueda de la perfección arruine tu felicidad y evolución.
- De hecho empezar cuando no estás del todo listo es la mejor oportunidad para mejorar rápidamente.

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